E72 E-learning y la gestión de conocimiento (parte 2) / Podcast transformación digital

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E-learning y la gestión de conocimiento

En esta oportunidad Fabián Castro y Alejandro Peláez abordan temas de capacitación, formatos y demás contenidos que se deben tener en cuenta para el proceso de transformación digital, teniendo en cuenta las herramientas de e-learning.

¿Qué es el e-learning y cómo se puede encaminar el proceso de transformación digital?

El e-learning se trata del proceso de aprendizaje mediado a través de herramientas digitales, por ejemplo una clase virtual, un podcast, infografías y todo aquello que facilite aprender a través del mundo digital en el que nos encontramos actualmente.

Esto pone en evidencia que el aprendizaje es posible a través del uso de las plataformas digitales de forma sincrónica o asincrónica, es decir, en vivo o pre existente.

Antes, para aprender algo era necesario trasladarse a una biblioteca, ubicar determinada información, extraerla y adaptarla a aquello que nos interesaba. Sin embargo, con la evolución del ámbito digital es posible buscar directamente lo que se necesita y encontrarlo a la distancia de un clic, ya sea a través de Google, YouTube u otras plataformas, obteniendo cursos completos, guías, tutoriales paso a paso y más.

El conocimiento actualmente se encuentra globalizado al punto de que es posible obtener información en casi cualquier idioma, a diferencia de antes, cuando por ejemplo no saber inglés constituía un factor limitante.

 

Tomado de tododisca.com

Aunque aún saber inglés es un aspecto importante, ya no limita tanto el acceso al conocimiento, ya que es posible traducirlo desde diversas plataformas. Casi todo lo que busques, lo podrás encontrar en formato de audio, texto o video, siendo este último uno de los más populares que facilita el aprendizaje.

Recientemente, tuve la oportunidad de ir en vacaciones a navegar en velero pero antes de hacerlo decidí tomar un curso y aunque fue presencial quedé con muchas dudas.

Esa misma noche entré a internet y pude ver un videocurso completo sobre navegación en velero y aprendí lo necesario, disipando mis dudas en el proceso y permitiéndome aprovechar aún más la sesión práctica a la que asistí.

En tal sentido, los videos han sabido ganarse su lugar gracias a que permiten captar la atención del espectador de forma más eficiente que otros formatos y facilitan aún más el aprendizaje. Claro está que depende mucho del tipo de persona que quiere aprender.

 

Tomado de giztab.com

Muchas personas son auditivas, otras visuales o prácticas, también depende de aquello que se pretende enseñar. Por ejemplo, hacer un robot requiere destreza práctica, por lo que encontrar información únicamente escrita será de poca utilidad.

En cambio, ver un video e ir poniendo en práctica lo que allí se explica, será un éxito. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con una receta de comida.

Pasar de ser simple información a conocimiento es fundamental y para ello es necesario elegir el formato adecuado.

También puede depender de la etapa del proceso de aprendizaje, ya que es posible emplear diversos formatos adaptables al contenido, comenzando por infografías, pasando a los videos o podcast y finalmente el aprendizaje práctico, aprovechado cada persona el recurso que más le convenga o se ajuste a su forma particular de aprender.

 Aprende cómo aprovechar el formato podcast al máximo.

Tomado de travelingua.es

Esto ha permitido que vuelvan a ponerse en uso los formatos de audiolibros distribuidos en los medios virtuales, amenizando el contenido o facilitando el acceso a la información a personas con limitaciones visuales, por ejemplo.

La idea es identificar aquello que se espera obtener, qué se desea que aprendan las personas a través del material que se les proporciona, teniendo claro que no es lo mismo crear contenido para niños que para trabajadores de una empresa, por ejemplo.

El contenido debe crearse a partir de lo que se desea que aprendan los espectadores, eligiendo el formato y la plataforma adecuada para ello.

En la actualidad, es ideal elegir una plataforma que facilite el aprendizaje guiado, que sea sencilla y que ofrezca una línea de trabajo que obedezca a los pasos que se han establecido para ello.

 

Tomado de alfabetizaciondigital.redem.org

Una línea de contenido debe poder facilitar que el usuario vaya a la primera clase o el primer video, presente una evaluación de ser necesario y continúe al siguiente paso, sin que acceda, por ejemplo, al último video creyendo que así podrá aprender.

Incluso anteriormente se acudía a la biblioteca en busca de información y esta línea de aprendizaje se la inventaba cada uno, dando lugar a posibles fallos en el proceso, cosa que no sucede actualmente con la enseñanza guiada a través de medios digitales y plataformas, ahorrando tiempo y esfuerzo.

Este proceso combina sesiones sincrónicas y asincrónicas de aprendizaje, estando disponibles las segundas para que los usuarios accedan cuando y como quieran, y las primeras previo acuerdo, participando activamente en el proceso, interviniendo, preguntando y afianzando conocimientos.

De alguna manera, las sesiones sincrónicas permiten complementar aquello que se haya aprendido en las asincrónicas.

Descubre más sobre los activos digitales, siguiendo el enlace.

Tomado de europeanvalley.es

Usualmente, no es suficiente por sí solo el video, por ejemplo. En tal sentido, hacer actividades sincrónicas permite aclarar dudas y corroborar que realmente hayan aprendido lo que se pretende enseñar.

Un video o un texto no permite realizar preguntas, mientras que a través de una sesión sincrónica sí es posible, gestionando el conocimiento y generando mayor aprendizaje e incluso facilitando la transmisión de ese conocimiento aprendido.

Esto permite que aquellos que hayan pasado por el proceso de aprendizaje sirvan como entes multiplicadores para sus colegas o las personas a su cargo.

Asimismo, permite mantener actualizada la información, reemplazando aquello que ha quedado obsoleto por nuevo conocimiento útil para los usuarios y de manera sencilla y bien estructurada, sin mayores esfuerzos, como se requeriría en el aprendizaje presencial.

 Entonces, se trata de un proceso supremamente versátil y efectivo, que no requiere de una nueva convocatoria presencial de los interesados sino que únicamente amerita una actualización virtual, generando, por ejemplo, una alerta digital para quienes requieran acceder a esta nueva información.

Algunos ejemplos de estas formaciones en línea incluyen tanto la formación académica como la corporativa o laboral, generando módulos completos de instrucción.

De hecho, esto facilita procesos como la formación de nuevos ingresos a las empresas, evitando la necesidad de rehacer cursos, solo se aplican aquellos que se encuentran en formato asincrónico, replicándose cuando sea necesario y automatizando la gestión, considerando también la realización de sesiones sincrónicas cuando sean necesarias para aclarar dudas y afianzar conocimientos.

A continuación, te invitamos a leer sobre los efectos de la pandemia en la transformación digital.